martes, 4 de febrero de 2014

Necesito soltarlo... Ya sé que son dos entradas al día pero lo necesito.

Sólo quiero olvidar los momentos que al recordarlos me entristecen, muchos son recuerdos felices, otros son devastadores.

Estuve dieciséis años de mi vida inerte, años donde no me importaba nada ni nadie y en el momento justo, luego de una decepción en el "amor", me quise dar una oportunidad de conocerla un 16 de mayo de 2013.

Ella representaba para mi, un mundo desconocido; representaba todo lo opuesto a mí, y a mis allegados. Fue tanta la curiosidad que tuve, que termine enamorándome, de un amor que nunca se podría enamorar de mí.

Al principio, no quería estar con ella en serio, pero luego nació algo que no me permitía alejarme de ella, pero esa fuerza si logró que me alejara de amigos y conocidos, quienes quizás con la mejor de las intenciones me aconsejaba que no era la persona adecuada para mí.

Y así, envuelta en una situación en la que nunca antes había estado, sintiendo cosas que quizás antes no me había permitido sentir; en una época de rebeldía, desencuentros y enojos con mi familia, encontré mi apoyo en ella, solo necesitaba de ella para estar bien, llegue depender tanto de su persona, tanto que cada vez que nos peleábamos sentía que mi mundo se acababa.

Yo la chica que no quería relación serías con nadie, me había enamorado, de una persona incapaz de sentirse comprometida sentimentalmente con alguien, de una persona que me hizo creer que me amaba, para luego tener otras preferencias y dejarme sola viendo como mi mundo, ese mundo que había construido a su lado, se derrumbaba delante de mí.

Un 3 de enero de 2014 la persona que me había convertido en mujer, pero a la vez me hacía volver a sentirme una niña y actuar como tal, decidió alejarse y esa vez para siempre. Ese día fue el primer día de mi vida que quise desaparecer, dejar de sentir, dejar de quererla. La única persona que me hacía sentir contenida, era la misma que había provocado mi tristeza.

La vida me dio una lección, de esas que no se olvidan. Puso en mi camino nuevamente a la única persona que había amado de verdad, con un cariño sincero. Deseándole siempre lo mejor aunque no estuviese a mi lado, y a pesar de todo el dolor que le había provocado a mi alma.

La vida me la había vuelto a poner en mi camino, pero está vez tampoco para quedarse, pero sí para hacerme saber que siento, que nada está perdido en mí, que si sufrí, fue porque amé, y si amé sentí, y si una vez lo hice, puedo volver a hacerlo. Puedo volver a enamorarme y quiero. Quiero querer y ser querida.

La vida volvió a cruzarla en mi camino, para hacerme dar cuenta de muchas cosas, y aunque aún no logré olvidarle completamente, y quizás nunca lo haga, hoy se que ese amor que sentí, nunca pudo, ni podrá transformarse en odio.. sólo se desvaneció, disminuyo su intensidad, dejando espacio a lo que pueda llegar, dejando espacio a la felicidad, al amor.

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